Ese es para mí el problema que hay. Los políticos, como buenos estafadores que son, cogen un argumento medio válido como puede ser la sanidad, el evitar que las tiendas se hagan pasar por personas físicas y no tributen, la protección de la sociedad o el medio ambiente (que se está poniendo de moda "protegerlo" aunque acabemos pobres como ratas), y toman medidas muy superficiales que la gente, por pensar que los políticos son personas que quieren lo mejor para la sociedad, se las creen y las adoptan e incluso las justifican en ese argumento pseudoválido. Luego con el tiempo esas medidas se expanden como un mal tumor y lo pudren todo. Los políticos siguen argumentando la idea inicial que ya no tiene sentido y la gente se lo sigue creyendo menos unos cuantos y sólo cuando la idea se aleja tanto de la realidad como en el caso de la gasolina, se hace algo al respecto. Es un plan que siguen los políticos desde siempre y casi siempre les funciona.