Sí, es necesario cierto grado de autosugestión para las primeras sesiones, sobre todo para los escépticos. Cuando se ha experimentado y se tiene la certeza de que el fenómeno es real, y no provocado por algún participante haciendo la gracia, la sesiones son más fluidas pero siempre será necesario realizar algún ejercicio de concentración antes de empezar a invocar.
Hay una teoría que dice que el vaso se mueve gracias a micro-vibraciones que los participantes generan inconscientemente en la yema de los dedos, pero solo es una teoría, nadie ha estudiado este fenómeno con sobriedad científica. Para alguno será burdo pero sigue siendo un misterio. En mi web tenéis un ejemplo como el que menciona Gand-Alf, en el que los participantes de vendan los ojos y, efectivamente, el vaso no atina al señalar los símbolos, lo que demuestra, en mi opinión, que el fenómeno tiene más relación con el inconsciente colectivo que con entidades paranormales.
Hay quien vive de meter miedo, yo prefiero ofrecer argumentos con los que eliminar motivos por los que vivir acojonado. Reconozco que estas ouijas son una mofa del espiritista tradicional y los tableros tenebrosos, una propuesta alternativa para practicar espiritismo del S. XXI, sin tener en cuenta la literatura mística y leyendas sobre los malignos.
Hay una teoría que dice que el vaso se mueve gracias a micro-vibraciones que los participantes generan inconscientemente en la yema de los dedos, pero solo es una teoría, nadie ha estudiado este fenómeno con sobriedad científica. Para alguno será burdo pero sigue siendo un misterio. En mi web tenéis un ejemplo como el que menciona Gand-Alf, en el que los participantes de vendan los ojos y, efectivamente, el vaso no atina al señalar los símbolos, lo que demuestra, en mi opinión, que el fenómeno tiene más relación con el inconsciente colectivo que con entidades paranormales.
Hay quien vive de meter miedo, yo prefiero ofrecer argumentos con los que eliminar motivos por los que vivir acojonado. Reconozco que estas ouijas son una mofa del espiritista tradicional y los tableros tenebrosos, una propuesta alternativa para practicar espiritismo del S. XXI, sin tener en cuenta la literatura mística y leyendas sobre los malignos.